Cuando contratamos un producto financiero hay dos términos a los que se hará alusión continuamente: TIN y TAE.
El TIN y la TAE son conceptos establecidos oficialmente por el Banco de España. Se trata, para entendernos, del precio que vas a pagar por contratar ese producto financiero. En el caso de depósitos será la rentabilidad de la que te beneficiarás.
Pero, ¿no son lo mismo? ¿por qué existen dos índices? En este artículo vamos a explicarte las diferencias entre TIN y TAE y en cuál de ellos repararemos más cuidadosamente cuando nos planteemos la posibilidad de contratar un producto financiero como pueda ser una hipoteca.
El TIN, o Tipo de Interés Nominal, es el índice que los bancos aplican en contratos de depósitos, préstamos, créditos, hipotecas o imposiciones y se trata de los intereses que pagas (o recibes) por parte de los mismos. En otras palabras, se refiere al porcentaje fijo que acuerdas con la entidad bancaria en concepto de pago por el dinero prestado.
Pero existen otros gastos que el TIN no refleja cuando contratas un producto bancario que no se limitan únicamente a los intereses.
La TAE es la Tasa Anual Equivalente, establecida por el Banco de España para determinar una fórmula acordada que haga posible comparar el coste de los productos bancarios. Esta fórmula atiende, además de al interés nominal, a los gastos de la operación, las penalizaciones, o comisiones, por cancelación o amortización y la frecuencia de los pagos.
Tenemos que señalar que, sobre todo en los préstamos personales que conceden algunos comercios, hay que prestar atención porque muchas veces no incluyen los gastos de apertura, aunque se supone que la TAE sí que debería incluirlos, y se nos “vende” una financiación al 0% TAE a doce meses en la compra, por ejemplo, de un televisor que cuesta 1.000 euros, pero luego nos cobran 100 en concepto de apertura del préstamo.
Ten en cuenta que todas las entidades bancarias están obligadas por ley a informar a sus clientes de la TAE.
La TAE es, sin duda, el mejor indicador para saber cuánto nos va a costar finalmente un producto financiero, ya que no solo tiene en cuenta el interés nominal.
Por todo ello, lo mejor es que te fijes en la TAE si tienes intención de contratar alguno de estos productos y quieres comparar antes entre distintas entidades bancarias. Aunque puedas encontrar algunos que te ofrezcan un TIN más bajo, en un futuro, si tenemos en cuenta los gastos, podría salirte más caro.
Como ya sabrás, los bancos estuvieron cargando al consumidor una serie de gastos de formalización en préstamos con garantía hipotecaria, a lo que los tribunales resolvieron que no se deben aplicar exclusivamente a quien suscribe la hipoteca. Por tanto, si firmaste una hipoteca y el banco te obligó a cargar con todos los gastos de formalización, ya sabes que la ley te permite reclamar.
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